A nivel mundial, la prevalencia estimada de la ERC varía del 7% en Asia Meridional al 8% en África hasta el 11% en
América del Norte y el 12% en Europa, Oriente Medio, Asia Oriental y América Latina.
-Según The Global Kidney Health Atlas, publicado a finales de abril de 2017 (http://ow.ly/qmiF30bqoXT), en
España la prevalencia de la enfermedad renal crónica es del 13%, ligeramente por encima de la media europea
(12%). A nivel mundial, entre los países con ingresos altos, Arabia Saudí y Bélgica tienen la prevalencia estimada de
ERC más alta (24%), seguidos por Polonia (18%), Alemania (17%), Reino Unido y Singapur (16%). Noruega y los
Países Bajos tienen la prevalencia más baja con un 5%. En los Estados Unidos la prevalencia se estima en un 14%
mientras que en Canadá y Australia es del 13%, al igual que en España. Este documento califica la Enfermedad Renal
Crónica como la “epidemia silenciosa”, por las altas tasas de crecimiento en prevalencia en todo el mundo.
En la última década, en España, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) ha crecido un 20%, asociada al
envejecimiento de la población, y al incremento de la prevalencia de sus factores de riesgo como la enfermedad
cardiovascular, la diabetes melitus, la hipertensión arterial o la obesidad. Concretamente, ha pasado de 1.001
pacientes por millón de población (pmp) en 2006, a 1.211 en 2015, un incremento de 200 pacientes pmp, según el
Registro de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) actualizado con los últimos datos disponibles (2015).
Los objetivos del #CÓDIGORIÑÓN son:
-Crear en los poderes públicos conciencia de la importancia de la Enfermedad Renal Crónica y su elevado
impacto en la salud de la población y en el sistema sanitario.
-Estimular la puesta en marcha de políticas de prevención primaria y secundaria –educación para la salud y
detección precoz y tratamiento en fases iniciales-, incluido políticas de cribado en presencia de factores de riesgo,
para detener el avance de las enfermedades renales.
-Estimular entre los profesionales de la Atención Primaria el conocimiento de los signos y síntomas de la
patología renal en estadios iniciales para su detección precoz, la realización de las pruebas que determinan la
función renal en población de riesgo y el empoderamiento del paciente en el control de su enfermedad: se estima
una dieta equilibrada baja en sal y alta en fibra, actividad física, dejar el tabaco y un control de la diabetes y de la
HTA si están presentes, pueden disminuir el progreso de la ERC hasta en un 50% y en algunos casos hasta revertir el
daño.
-Alertar a la población de la epidemia creciente de las enfermedades renales y de su fuerte impacto sobre la
salud y la calidad de vida de quienes las padecen, a fin de influir, mediante acciones de educación para la salud, en
la modificación de aquellos hábitos de vida que conducen al deterioro de la salud renal.
-Estimular el conocimiento por parte de la población de las pruebas que determinan el deterioro de la función
renal y la necesidad de su realización, con carácter periódico, en grupos de riesgo.
-Incidir especialmente en la infancia en esta labor de educación, abordando a los niños, a los jóvenes y a sus
educadores –colegio y familias-, para generar así un verdadero cambio de paradigma en la relación de las personas
con su salud renal.